Si una mujer embarazada tiene una infección de cualquier tipo, ¿es aconsejable que utilice antibióticos?
En la mayoría de los casos no es peligroso, pero hay ciertos casos en los que hay que tener especial cuidado. Por ejemplo, la infección del tracto urinario y su correspondiente antibiótico sí que puede tener consecuencias graves para el feto.
Como a la mayoría de sustancias de este género, podemos clasificarlas en varias categorías. Te aconsejamos que leas el prospecto del antibiótico en cuestión o preguntes a tu médico si no lo pone, y tengas en cuenta lo siguiente:
Categoría A: Pueden causar problemas en el primer trimestre del embarazo, pero en los siguientes es completamente sano y seguro.
Categoría B: No hay riesgo alguno en embarazadas.
Categoría C: Hay estudios que no recomiendan utilizarlos durante el embarazo, ya que sí pueden causar algún problema al feto. Este tipo de antibióticos deben ser recetados después de un estudio exhaustivo del historial médico de la persona, quedará por lo tanto, bajo la responsabilidad del propio médico.
Categoría D: Estudios aseguran que tienen un riesgo potencial para el feto, por lo que únicamente deben ser ingeridos durante el embarazo en casos de enfermedad muy grave donde no haya medicamentos alternativos.
Categoría X: Muy perjudiciales para el feto, el cual podría tener anomalías a corto plazo. No se deben utilizar bajo ningún concepto durante el embarazo.
Normalmente las categorías A y B son las recetadas durante el embarazo, el resto suelen ser evitadas por los riesgos que conllevan. Estas dos categorías suponen el gran porcentaje de los antibióticos recetados habitualmente.